lunes, 24 de abril de 2017

HISTORIA DE UN LIBRO
La conocí en una tertulia poética a la que me invitaron. A una amiga común se lo tengo que agradecer. Al principio no me llamó mucho la atención pero, poco a poco me fue entrando. En realidad, para mí era como un juego, un pasatiempo. No sabía a lo que me estaba enfrentando. Todos los lunes a partir de las 21:00 quedábamos para vernos en un pub. Los tertulianos estaban "coladitos" por sus huesos, mas ella solo tenías ojos para mí. Y yo temblaba cuando tocaba su cuerpo de papel... Recuerdo el día que empezamos a salir: ella decía que no me veía como hombre, y yo le decía que bien. Más tarde, sin saber cómo ni por qué, cambió de idea y me cogía la mano cuando me ponía a escribir. Todo lo demás, vino después... Ahora estoy tan enganchado que no me puedo escapar, a todas horas estoy pensando en ella... La busco con desespero, ¡tanto! que a veces me hace sufrir. Cuando la llamo, a veces no viene y en el momento más insospechado, la descubro junto de mí. Ya no me tengo respeto, la dignidad hace tiempo que la perdí. Quisiera que fuera mía; mas ella no se deja coger. Su nombre es Literatura, y lo que hay entre los dos, inspiración es. Ya tenemos una criatura, su título es "Cuéntame un cuento, papá". Es un libro de fábulas, cuentos y relatos, ¡me siento tan orgulloso de él!

LA JUNGLA DE LAS COMPAÑÍAS DE SEGUROS
Todas las aseguradoras tienen profesionales de cualquier sector asociados. Si haces un seguro de coche a todo riesgo, por ejemplo, a veces la compañía te dará a elegir entre reparar el vehículo en un taller asociado o en otro de libre asignación. Al seguro le interesa encauzar a la gente hacia los concertados, por eso lo ponen más barato y magnifican las ventajas que tienen estos con respecto al otro... Previamente, las compañías han presionado a los talleres a aceptar unas condiciones abusivas si quieren trabajar con ellos, tales como: bajar el precio de la hora, las piezas de recambio que no sean de origen (son más baratas, de peor calidad y esto podría ocasionar accidentes), tener coche de sustitución y entregarlo en el domicilio del cliente, lavar el coche antes de su entrega, inspeccionarlo entero, etc. El de libre asignación es el seguro que menos les interesa por los siguientes motivos: el cliente va a elegir su taller de confianza, el mecánico elegirá piezas de recambio originales (éste luchará por los intereses de su cliente porque le interesa conservarlo), la hora la pondrá sin rebajas, etc. En estos casos, el cliente tiene que adelantar el dinero aunque más tarde se lo abonan. Esto no suele gustar a nadie, y las aseguradoras lo utilizan como argumento para conducir a la gente hacia el seguro concertado. Ahora viene la tercera parte: las compañías de seguros presionan al perito para que haga presupuestos a la baja. Cuando éste y el mecánico calculan el coste de la reparación, si no se ponen de acuerdo, el mecánico tiene que llamar a su cliente y decirle:"La aseguradora solo cubre parte de la factura. El resto lo tienes que poner de tú. Pero tienes la posibilidad de ir a un mecánico asociado y éste te hará la reparación sin tener que abonar nada por tu parte." Y éste cede. No hay escapatoria., hay que morir al palo. Este es un ejemplo, pero se puede trasladar a cualquier actividad en la que estén metidas las aseguradoras. Un consejo de amigo:"Por su seguridad y por la de todos, acuda a un profesional de su confianza."


CUANDO SE PIERDE LA CREDIBILIDAD…
Hoy le he visto otra vez con alguien. Se estaban mirando a los ojos sin importarles el qué dirán... Él le cogía la mano. Los dos se sonreían. Estaban en una habitación. Yo los vi desde fuera. Ellos no se percataron de mi presencia. A su lado había una columna de letras. El pilar estaba rematado por un titular en letras grandes y negras que decía:" El Rey pide una "cultura de paz" para las ciudades". Y a sus pies, una firma: EFE. El era Felipe Vl. Y la otra persona era la alcaldesa de París. En mis manos tenía el Heraldo. Leí el texto y no me lo creí. Entonces me vinieron a la cabeza su padre, su hermana, su cuñado y no me lo creí. Quería creer, pero no podía. Las palabras sonaban huecas en mis oídos, y me dije:"No sé si algún día volverá a recuperar la credibilidad esta monarquía. ¡Y pensar que el Rey sale por ahí a defender los intereses de todos los españoles!"...



EL DÍA DE LA ABUELA TRABAJADORA…

A las 20:00 del ocho de marzo del año pasado, asistí a un homenaje a la mujer trabajadora. Por turnos salíamos al escenario y allí cada cual decía unas palabras elogiándolas. Cuando me tocó el turno a mí, dije lo siguiente: "Conozco a una anciana que se llama Dolores. Ésta cuidaba sin ayuda de nadie a su marido que tenía demencia senil y de vez en cuando, le daban ataques violentos en los que la emprendía a golpes con su señora. Su hija decía que no podía ayudarla porque trabajaba. Sin embargo, le pedía a su madre que cuidase a sus hijos cuando a ella le apetecía salir de fiesta. La octogenaria señora le decía que no podía porque estaba agotada y su hija se enfadaba. Por una temporada, ésta castigaba a su madre impidiéndole ver a sus nietos. Dolores le argumentaba que si no se hubiera comprado un piso, un coche, unos muebles, etc., tan caros, no tendría necesidad de pedirle ayuda… Y que si ella quería pasárselo bien, lo único que ella ansiaba era no pasarlo tan mal. Llegó un momento en que se vio en la necesidad de ingresar a su marido en una residencia porque la abuela cayó gravemente enferma. Al poco de internarlo, el señor murió"… Al terminar de contar esto, les pregunté: "¿Son mujeres las abuelas?−Todos asintieron−. Sin quitar méritos a la mujer trabajadora, creo que son los abuelos los que en realidad se sacrifican por nosotros. Solo hay que fijarse en las calles, la cantidad de ancianos que se ven empujando carritos de bebé...

ALQUILER Y VENTA DE ETIQUETAS
Se alquilan o venden etiquetas. Las hay de dos modalidades: Las que uno le gustaría ponerse, y de las que te colocan los demás sin que tú te enteres. Las hay invisibles, las hay multicolor y de infinitos sabores. Disponemos de todas las tallas, formas y precios. Las tenemos modernas, clásicas, corrientes y de las de andar por casa. Que ¿qué tal andamos de precios? Las hay muy sencillas y baratas y las hay muy caras, según complementos. Poseemos las de encolar y las autoadhesivas,
por una cara o por las dos. Se pueden pegar por delante y por detrás. En la espalda o en la frente,
según para qué se quiera. Aconsejamos que las que uno quiere para sí mismo se pongan en la frente y de color fosforito. Causa más impresión. Aunque son más caras, a la larga son más efectivas. Este tipo de etiquetas a de ir acompañadas de poses, caretas y todo tipo de adminículos que realcen lo que uno quiere aparentar. He de decir que estas pegatinas son más bien de sabor amargo, pero todo es acostumbrarse. Y, para las que has de colocar al otro: es preferible que sean invisibles, autoadhesivas, en la espalda y de sabor dulce. Tenemos unas muy discretas teledirigidas por satélite
modelo traición, que se las puede colocar a cualquier desde la lejanía, sin que éste se entere. Y lo último de lo último son las que se colocan con un dron. Sin embargo, si quiere que le sea sincero, a pesar de que lo que le voy a decir no es comercial, le diré que lo mejor es ser natural, ¿sabe?
No vaya de nada; no coloque ni se ponga etiquetas. Que toda afectación es una falla. Y sobre todo,
no prejuzgue para no ser prejuzgado…

PEÑAS ROYAS DE MONTALBÁN
Como un gato, que echado sobre su cojín, en un rincón duerme la siesta plácidamente. Así está el pueblo de Peñas Royas de Montalbán, en la provincia de Teruel. El tiempo pasa por allí con gayata, no hace ruido, todo transcurre sin sentirse, lentamente. Las calles son estrechas, cortas y empinadas. La plaza Mayor es pequeña. En sus mejores tiempos llegaron a vivir más de trescientos vecinos; hoy solo quedan cuatro censados. El pueblo se llama así porque todo a su alrededor es rojo, menos las aguas del Martín claro, la vegetación y el cielo. Ayer, de camino a Obón, entré en su bar y me encontré al Sr. Santiago (el anciano dueño), charlando con un amigo. Pedí una cerveza y me senté con ellos. Me dijeron que hacía mucho tiempo el bar fue la antigua escuela. Que en el piso de arriba todavía tenían los viejos pupitres, el mapa de España, la pizarra... Que hubo un practicante que sabía mucho de medicina, que además cortaba el pelo, pero no le gustaba mucho y que estuvo con la Legión Azul. Me contaron también que hace muchos años, un pastor se encontró a un bebé abandonado en el huerto de San Julián. Me dijeron que la vergüenza mató a la fabla... Pero también hicieron alusión a otros asuntos, como que este año no salió la comisión de fiestas; y no se sabe si para San Roque habrá celebración, esperemos que sí, me dijeron meneando la cabeza. En fin, me relataron muchas cosas aquellos dos señores, fue un rato muy agradable. Opino que viajar es sobre todo, conocer a la gente del lugar: saber de su pasado, sus leyendas, sus tradiciones, sus pensamientos... ¿Y quién mejor para esto que la gente mayor? En fin, si pasa por Peñas Royas, no deje de visitar el bar del señor Santiago, (es una enciclopedia).
LA NECESIDAD DE SER QUERIDO
Buscar que alguien te quiera, es una esclavitud que te ata de pies y manos, y en muchas ocasiones produce el efecto contrario. Me comentaba un amigo que el hermano de su padre, sin saber porqué, siempre lo había menospreciado. Sus desdenes se traducían en pequeños e hirientes desaires que minaban su autoestima. Pasó este chico muchos años intentando conquistar el aprecio de su tío..., mas nunca lo consiguió. Después de muchos esfuerzos por ser merecedor de su consideración, llegó a la conclusión de que la poca estima hacia él era una cuestión personal. Y que por lo tanto, por más que hiciera, jamás iba a conseguir su afecto. En ese momento empezó a contestar a sus ofensas y esto se tradujo en respeto por parte de su familiar. Me dijo mi amigo que, a pesar de todo, había algo que le tenía que agradecer al hermano de su padre, y era el hecho de aprender que, ante todo, es uno mismo el que se debe querer. Y aceptar que no a todo el mundo se le puede caer bien... Dice la wikipedia a este respecto:"El respeto es un sentimiento positivo que se refiere a la acción de respetar; es equivalente a tener veneración, aprecio y reconocimiento por una persona, animal o cosa." He escrito esta carta, con el permiso de mi amigo, por si a alguien le pueda ayudar. Quizá tú le puedas sacar más jugo...

UN PASEO POR EL ANILLO VERDE
El domingo pasado estuve con unos amigos en una jungla. El día era transparente. El sol nos cucaba un ojo. Las nubes nos dieron los buenos días. Nos encontramos en la Facultad de Veterinaria y cogimos el cinturón de ronda que va a Cataluña. Un poco antes de cruzar el puente, tomamos la vía que lleva a la ribera del Ebro. Y una vez en la pista, empezamos a caminar en dirección a la Cartuja. Los campos mutuamente se ponían verde de hoja nueva. Lo árboles agitaban sus ramas. Se oía el jolgorio del agua. Las grullas hacían de las suyas tocando las palmas. Las cigüeñas tañían las castañuelas. Y los jilgueros cantaban coplas por soleares. Al llegar a Cantalobos, a través de una serpenteante y estrecha senda, nos internamos en su selvática espesura. A veces, el sendero lamía la orilla del río y otras, se peleaba a guantazo limpio con la vegetación. Los pinos jugaban con nosotros a zancadillearnos. Las zarzas y las aliagas nos cogían de los pelos y de las ropas y nos decían sin palabras:"¡Quedaros, quedaros un poco más!". Pero teníamos que irnos a la Cartuja, y así lo hicimos. Al llegar allí, vimos a gente de fiesta con palmas y ramas de olivo por las calles. Entramos en su hermosa Iglesia. Más tarde nos tomamos una cerveza en el bar que hay frente a ella. Mientras una suave y templada brisa nos acariciaba la cara.

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