CARTAS AL DIRECTOR DEL HERALDO DE
ARAGÓN: EL TERRORISTA
−Mire
usté Ceñó diretó del Eraldo de Haragón:
Yo, yo quería publicá una nociticia, aber zi le gusta, con todo respeto: "Una zeñora mu anciana iva a cruzá la calle, pero no podía, porque estava mu transitá de transito. Un niño de zinco años viéndola padecé, ce ofreció a ayudarla, y la ayudó a cruzá".
¿Qué le paece, Ceñó la noticia?
− Nada, nada, esto no vale.
− ¿Y esta otra? "Un hombre: terrorista, machista, depravado, manipulador, cruel, sangriento, etc. etc... Mató a sus hijos, a su mujer y a los padres de ésta. Después se arrancó las venas del cuello y se arrojó desde un décimo piso. En su caída fue dándose golpes con los colgadores de ropa que encontraba a su paso y, en cada colgador se dejaba un miembro de su cuerpo. Al suelo solo llegaron los dientes, dientes que recogió un joven que por allí pasaba y se hizo con ellos un pearcing que se colocó en los testículos". ¿Qué le parece esta noticia: señor director de las cartas al Heraldo?
− ¡Hombre! Haber empezado por ahí.
Yo, yo quería publicá una nociticia, aber zi le gusta, con todo respeto: "Una zeñora mu anciana iva a cruzá la calle, pero no podía, porque estava mu transitá de transito. Un niño de zinco años viéndola padecé, ce ofreció a ayudarla, y la ayudó a cruzá".
¿Qué le paece, Ceñó la noticia?
− Nada, nada, esto no vale.
− ¿Y esta otra? "Un hombre: terrorista, machista, depravado, manipulador, cruel, sangriento, etc. etc... Mató a sus hijos, a su mujer y a los padres de ésta. Después se arrancó las venas del cuello y se arrojó desde un décimo piso. En su caída fue dándose golpes con los colgadores de ropa que encontraba a su paso y, en cada colgador se dejaba un miembro de su cuerpo. Al suelo solo llegaron los dientes, dientes que recogió un joven que por allí pasaba y se hizo con ellos un pearcing que se colocó en los testículos". ¿Qué le parece esta noticia: señor director de las cartas al Heraldo?
− ¡Hombre! Haber empezado por ahí.
HISTORIA DE UN LIBRO
La
conocí en una tertulia poética a la que me invitaron. A una amiga común se lo
tengo que agradecer. Al principio no me llamó mucho la atención pero, poco a poco
me fue entrando. En realidad, para mí era como un juego, un pasatiempo. No
sabía a lo que me estaba enfrentando. Todos los lunes a partir de las 21:00
quedábamos para vernos en un pub. Los tertulianos estaban "coladitos"
por sus huesos, mas ella solo tenías ojos para mí. Y yo temblaba cuando tocaba
su cuerpo de papel... Recuerdo el día que empezamos a salir: ella decía que no
me veía como hombre, y yo le decía que bien. Más tarde, sin saber cómo ni por
qué, cambió de idea y me cogía la mano cuando me ponía a escribir. Todo lo
demás, vino después... Ahora estoy tan enganchado
que no me puedo escapar, a todas horas estoy pensando en ella... La busco con
desespero, ¡tanto! que a veces me hace sufrir. Cuando la llamo, a
veces no viene y en el momento más insospechado, la descubro junto de mí.
Ya no me tengo respeto, la dignidad hace tiempo que la perdí. Quisiera que
fuera mía; mas ella no se deja coger. Su nombre es Literatura, y lo que hay
entre los dos, inspiración es. Ya tenemos una criatura, su título es "Cuéntame
un cuento, papá". Es un libro de fábulas, cuentos y relatos, ¡me
siento tan orgulloso de él!
SER O TENER, ESA ES LA
CUESTIÓN
Era una hermosa
mañana de primavera: Los flores saltaban de alegría al ver los rayos del sol.
Los pájaros le cantaban coplas por bulerías. Mientras, con sus idas y venidas,
le hacían palmas con su feliz aletear. Las abejas iban zumbando, tenían prisa,
al supermercado de flor en flor. Una preciosa niña: de ojos azules, cabello
rubio ensortijado, con Pamela, camisa y falda blanca ribeteada; jugaba con las
mariposas en la orilla del río. De repente, sale Frankenstein que estaba
agazapado detrás de unos arbustos y la niña le espeta: "Hola, ¿Eres malo?
A lo que Frankenstein responde: "Sí". La pequeña le vuelve a
inquirir: "¿Por qué eres malo?". Y el monstruo se justifica diciendo:
"Porque sufro mucho" Después de decir esto, la mató... Está
comprobado que la alegría nos hace ser mejores personas. Y esta tiene más que
ver con la autoestima que con el bien estar que uno posea. Dice la Biblia
que ames a tu prójimo como a ti mismo. Y Erich Fromm apuntala que nadie
puede amar al otro más de lo que se ama a sí mismo. Según esto, parece lógico
pensar que el estado de delincuencia en el mundo, viene dado por la falta de
amor que nos tenemos a nosotros mismos. Lo cual me lleva a pensar que: si se
educara más en el ser que en el tener, quizá otro gallo nos cantaría...
ESCRIBIR
SANA
La
posibilidad de superar una experiencia traumática puede ser un acicate, un
estímulo que favorece la escritura. Muchos son los que se han salvado gracias a
ella. Dostoievski curó su epilepsia originada por la muerte de su padre, cuando
acabó de escribir Los hemanos Karamazov. A Kenzaburo Oé el escribir le ayudó a
superar una depresión. Alguien dijo que Cervantes captó la esencia del alma
hispana en su vertiente quijotesca y sanchopancesca, y simultáneamente se puso
a escribir El Quijote. Es decir, porque escribía la experiencia, la captaba y
se adueñaba de ella. Por lo tanto, cuando escribes un texto, hay una
interacción sujeto-realidad y la historia se hace viva. La realidad narrada
ilumina la experiencia vivida. Escribir es una buena práctica, al igual que la
lectura, contra las frustraciones, que generan cierta agresividad, y contra los
fantasmas destructivos. Saca fuera lo que "cargas" en tu interior,
escribe sin limitaciones y sin freno y aprenderás lo que no sabías de ti.
Escribiendo, sintetizas tus pensamientos. A leerlos, se abrirá alguna compuerta
desconocida y sorprendente. La escritura se instala en la mente. A la vez,
escribir permite poner en escena los sentimientos, reconocerlos y
transformarlos; en suma, conocernos mejor y, a la vez, operar una
transformación en nosotros mismos.
PARA
APRENDER, PERDER
"La
caridad bien entendida, empieza por uno mismo", dice el refrán y yo creo
que es verdad por lo que a continuación voy a contar: "Como casi todos los
domingos que voy a la montaña, aquel día subí al autobús: coloqué mi chaqueta
en el cristal, apoyé la cabeza en ella y me puse a dormir. Al poco de coger el
sueño, se sienta un señor y me empieza a hablar de la crisis y cosas así: abrí un ojo, lo miro y soplo. No sabía qué hacer: si
decirle que se callara o prestarle atención. Para mi mal, decidí
atenderle porque parecía que lo necesitaba. Como su conversación no me
interesaba en lo más mínimo, decidí hablar de metafísica, le dije: "Usted
no existe, nunca nació, nunca pronunció ni una sola palabra. Porque, ¿qué es el
ser? Si no sabe lo que es el ser, ¿cómo puede decir que vive? ¡Eh, eh!". El
hombre me mira traspuesto, y me pregunta: "¿Tú quién eres?". A lo que
respondí: "He venido a darle un comunicado". El hombre me
inspecciona la cara por si era broma. Yo la mantuve impasible. Con este tema
estuvimos largo rato. Noté que los ocupantes del asiento delantero estaban
haciendo oreja y, en un momento dado, el señor me dice en tono desagradable:
"¡Ya está bien, Nos estáis molestando!". Educadamente, le repliqué
que si no hicieran oreja, no se molestarían. En ese momento, el señor le dice a
mi compañero que no comprendía cómo me podía aguantar. A lo que éste contestó:
"No, si soy un hombre con mucho aguante". Pensé: "Esto
me pasa por no mandarle callar"...
EL ARTE
DE LA PACIENCIA
La paciencia es
la actitud que lleva al ser humano a poder soportar contratiempos y
dificultades para conseguir algún bien. Según la tradición filosófica podría
ser definida como: "la
constancia valerosa que se opone al mal, y a pesar de lo que sufra el
hombre no se deja dominar por él”. Dicha palabra proviene del latín pati, que significa sufrir. De hecho el
participio patiens se introdujo al castellano como paciente (en los
hospitales) o "el que sufre". En la vida cristiana, la paciencia es
una de las virtudes más valiosas de la vida. El aumento de la paciencia es
considerado como la obra del Espíritu Santo en el cristiano que ha aceptado lo
que le ha tocado vivir en esta vida como el precio de la
salvación. Incluso, Josemaría Escrivá de Balaguer y Albás llega a decir en
su libro "Camino": "bienaventurado aquel que me hace la vida imposible,
pues él me santifica"... Conocí al hijo de una señora que se estaba
muriendo de cáncer de páncreas. Me dijo que un día les citó a todos los hijos
para despedirse de ellos. Entran en la habitación de la madre, y al verla
sonriente, uno de ellos le pregunta: “Madre, ¿cómo puede ser que te estés
muriendo y tengas esa paz?”. A lo que la madre le contesta: “Es que me voy con
Dios”. Y éste le responde: “Pues yo quisiera tener un poco de esa paz, madre”.
Considero que la paciencia es un arte imprescindible: paciencia para
sobrellevar las caídas, la soledad, el fracaso, la enfermedad, la ruina…Y en
los momentos finales, la muerte.
LA POSE Y LA VIDA
− ¡Papá, papá! Quiero ser nacionalista.
− ¿Por qué hijo mío?
− Porque los nacionalistas no expolian el Patrimonio Cultural de su país, cuando se encuentran un tesoro romano, árabe, íbero, etc. Por rico que éste sea, son tan patriotas que van y lo entregan al Ayuntamiento más próximo. Porque son fervorosos conservadores de su folclore y su Patrimonio Histórico. Prefieren coger a un trabajador nacional, aunque éste sea más vago, menos cualificado y le tengan que pagar más que a un extranjero. Porque sienten reverencia por su lengua. Porque no defraudan nunca a Hacienda. Porque aman sus costumbres y tradiciones. Porque prefieren comprar productos de su tierra, aunque sean de peor calidad y más caros que los importados de otros países. En fin padre, porque sienten devoción por el país propio que llega a veces al exclusivismo, que se manifiesta en el afán por su grandeza y, especialmente, por su independencia en todos los órdenes.
−Sí hijo, esa es la pose, pero, ¿tú crees que en la vida real siguen todo esto que me dices? ¡Venga, hombre! Ahora cuéntame una de indios.
LA
ENCINA MILENARIA DE LECINA
Ayer
estuve admirando la encina milenaria que hay en Lecina, pueblo de la Sierra de
Guara. Estuve paseando por sus calles medievales, disfrutando de sus casas de
rocas alicatadas, de su imponente Iglesia... Fue tal la impresión que me
ocasionó, que me puse a escribir esta poesía, le recomiendo que no deje de ir:
"De sabina son las calles de Lecina,/ de piedra los troncos de sus
robles,/ de siglos cubiertas sus encinas,/ de recias ramas, sabias y nobles./
¡Oh vieja de años preñada!/ Cuéntame los partos que tuviste,/ de hijos de
bellotas despeñadas./ A yacer contigo mi alma no se resiste./ Mientras
acariciaba tu cuerpo sinuoso,/ me dijiste ternezas que me callo,/ de tus
secretos soy guardián celoso;/ también yo me derramé sobre tus tallos./ Nos
hicimos el amor con la mirada/ y tú te portaste como una diosa,/ sacié mis
ganas; no digas nada,/ que hay mucha vecina envidiosa./ A tu cuerpo,
eternamente subir quiero/ para revolcarme y beber de tu boca,/ que morir a
vivir sin ti; prefiero,/ día a día hacerte mujer sobre las rocas./”
LOS ÁRBOLES NO SABEN LLORAR
En
el Parque Grande de Zaragoza ha llegado el otoño, pero los árboles no lloran.
Se despojan de sus adornos sin pudor, mostrando sus bellos cuerpos, pero, no
saben llorar. En el Parque Grande los árboles se desprenden de sus lujosas
vestiduras sin derramar ni una sola lágrima. En el suelo descansa una alfombra
desorganizada, que vaga sin dueño, como un transeúnte de aquí para allá. Pero,
no lloran sino que ríen. Ríen satisfechas a sabiendas del buen trabajo realizado. No hay dolor, no hay desencanto
todo es aceptación y me saludan y se ríen y saltan… Camino sobre de ellas,
sobre las hojas, dibujando una estela que el viento se apresura a cerrar y, me
hablan y me dicen y me cuentan con su particular forma de hablar: "¡crish,
crash, crosh!"... Y yo las empujo y juego con ellas y abro surcos en su
mar
DE CAMPING EN PINETA CON EL PICARRAL
Hay algo peor que el caciquismo, la debilidad de la gente
que lo permite. La Asociación de vecinos del Picarral, todos los años hacen una
acampada familiar en Pineta. Llevan realizándolo más de 30 años y funciona como
un reloj. Año tras año se ha ido mejorando e incorporando nuevos complementos
al campamento para hacer de las vacaciones, un tiempo más placentero. Para que
todo funcione, todos los campistas tienen que colaborar. Se hacen comisiones
de: juegos, comida, montañismo, mantenimiento, etc., en los cuales todo el
mundo tiene que participar. Contratan a un cocinero profesional al que le
ayudan un grupo de pinches de guardia formado por los propios campistas que,
además de echarle una mano, se ocupan de llevar la comida a los compañeros.
Aunque en ocasiones se oyen quejas porque hay gente que hace menos de lo
mínimo, también es cierto que hacer más de lo necesario; te puede reportar el
mismo o más problemas. Una vez quise organizar un cuenta cuentos: pedí permiso,
me lo dieron, muchos niños y mayores se apuntaron pero el día no llegaba. Los
niños no paraban de preguntarme cuándo se realizaría
el mismo y yo no cesaba de inquirírselo al responsable.
Un día me contestó, levantando la voz, que ya estaba harto y que no se iba a
llevar a cabo el concurso de cuenta cuentos. Los niños quedaron desolados,
habían memorizado los cuentos... Nadie dijo nada, la dirección no movió ficha.
Me quejé, pero solo conseguí que no me permitieran volver al camping del
Picarral. Pienso que cuando una dirección se deja manipular por uno de sus
miembros, la culpa no es de este señor, sino de la debilidad del grupo de
personas que conforman esa junta directiva.
HAY QUE TENER MUCHO RESPETO CON EL DOLOR AJENO
−Papá, papá. Dijo un
intelectual que la religión es el opio del pueblo. ¿Tú qué dices a esto?
−Mira hijo, el hombre que acuñó esa frase, era un hombre que tenía mucha fe en que Dios no existe. Pero también están los que creen que Dios sí que existe. Ninguna de las dos posturas se puede demostrar. Pero, sabiendo que hay muchas personas que la fe les ayuda a sobrellevar los golpes de la vida, ¿no crees que tratar de quitarles ese apoyo es una crueldad innecesaria?
− ¿Qué? ¿Cómo? No entiendo nada, padre.
−Sí hombre. Imagínate a un anciano portando en su mano una muleta. Imagínate que viene uno y le intenta quitar la muleta al abuelo. ¿Tú qué le harías a esa persona?
− ¡Yo, yo le daría una paliza, padre!
−Pues la fe es esa muleta que ese intelectual intentó quitar al anciano. Es una tremenda crueldad que solo beneficia a los siquiatras y sicólogos. La ciencia no ayuda a superar la muerte de un ser querido. Sin embargo, la fe sí. Las dos posturas son respetables, creer o no creer en Dios. Lo que no me parece aceptable es dejar desarmadas a las personas. Hay que tener mucho respeto con el dolor ajeno, hijo. Porque la vida es larga y nadie se va de rositas de aquí, ¿no crees?
−Mira hijo, el hombre que acuñó esa frase, era un hombre que tenía mucha fe en que Dios no existe. Pero también están los que creen que Dios sí que existe. Ninguna de las dos posturas se puede demostrar. Pero, sabiendo que hay muchas personas que la fe les ayuda a sobrellevar los golpes de la vida, ¿no crees que tratar de quitarles ese apoyo es una crueldad innecesaria?
− ¿Qué? ¿Cómo? No entiendo nada, padre.
−Sí hombre. Imagínate a un anciano portando en su mano una muleta. Imagínate que viene uno y le intenta quitar la muleta al abuelo. ¿Tú qué le harías a esa persona?
− ¡Yo, yo le daría una paliza, padre!
−Pues la fe es esa muleta que ese intelectual intentó quitar al anciano. Es una tremenda crueldad que solo beneficia a los siquiatras y sicólogos. La ciencia no ayuda a superar la muerte de un ser querido. Sin embargo, la fe sí. Las dos posturas son respetables, creer o no creer en Dios. Lo que no me parece aceptable es dejar desarmadas a las personas. Hay que tener mucho respeto con el dolor ajeno, hijo. Porque la vida es larga y nadie se va de rositas de aquí, ¿no crees?
HOMENAJE A PACO DE LUCÍA
Paco tenía seis cuerdas en
cada mano y, cinco dedos su guitarra. Él era la caja, el mástil, el diapasón,
la cejuela, el traste, el clavijero y ella, el cuerpo. Él, el instrumento y
ella el instructor. Tocaba, y cuando lo hacía, era él quien sonaba. Era él la
música. De él salía el sonido cuando ella lo tañía. En su austera boca resonaba
los arpegios de su guitarra. Ella, su guitarra, era dura con él, estricta, yo
lo veía. Y él sonaba mansamente a música en
cascadas. Flores de primavera brotaban de sus cuerdas cuando se amaban.
Dialogaban juntos, juntos se enfadaban. Convivían en la misma casa, ella a él
se ofrecía y él a ella se entregaba. Se les veía volar sentados en su silla,
aislados en su mundo los dos. Los dedos de ella en sus cuerdas melodías le
susurraban. Y él, obediente la acompasaba. Eran dos que se solapaban. Que se
confundían. Que se tocaban. Tal vez la guitarra a Paco de Lucia o quizá Paco de
Lucía a su guitarra. No sé decirlo ni creo que haya nadie que me lo aclarara.
Si él era la música, entonces, entonces estará en el aire. ahí habrá que
buscarlo. En las lágrimas de su guitarra. En sus canciones. En la primavera
cuando florezca el naranjo o cuando alguien toque "Entre Dos
Aguas"...
SOMOS POEMAS ANTES QUE POETAS
"En el principio era
la palabra, y la palabra era con Dios, y la palabra era Dios. Ésta era en el
principio con Dios". Así comienza el Evangelio de San Juan. También, en
Génesis 11,1 dice que Dios confundió las lenguas como castigo por querer el
hombre edificar la torre de Babel. "Estamos habitados por el lenguaje; es
decir que el lenguaje no es instrumento del hombre sino que lo habitamos: él
está antes”. Así habla Martín Heidegger. Y también dice: "Poesía, propiamente dicho, no es nunca
meramente un modo más elevado del habla cotidiana. Al contrario, es más bien el
hablar cotidiano un poema olvidado y agotado por el desgaste y del cual apenas
ya se deja oír invocación alguna." Y sigue diciendo: "Y ya que somos
hablados, entonces somos poema antes que poetas". Lacan dice así:"el sujeto
no habla para comunicarse; el sujeto habla porque encuentra un goce que lo
empuja; porque lo inconsciente lo determina y, entonces, hablando, goza. Uno le
habla al que no es de lo que no sabe". En mi humilde opinión, según lo anteriormente dicho,
estamos en la boca de Dios. Entonces, si la palabra es Dios y Dios confundió
las lenguas como castigo. Si en el principio sólo había una sola lengua. Si
todos los idiomas que pueblan la tierra son fruto de una condena, ¿por qué
exacerbamos tanto lo que es producto de una sanción? ¿No sería mejor pedirle
perdón a Dios (la palabra), para que nos pudiéramos comprender? Según Heidegger
y Lacan, antes es la palabra que el pensamiento. La palabra habla al
pensamiento y el hombre crea. Son muchos los artistas que creen en la
inspiración. Pienso que el arte se dirige hacia la no afectación. Hacia la
desaparición del ego. Decía Picasso que le había costado mucho pintar como un
niño. El arte puro, sublime... Está en lo cotidiano. Está en ti, en él, en
todos...
"DEGOYARTE": UNA APUESTA PARA
SALVAR AL MUNDO DE LA OPRESIÓN
Antiguamente, para ser un
héroe tenías que realizar una gesta inconmensurable. Antaño, para que te
colocaran esa medalla tenías que salvar al mundo, a tu país, a tu pueblo o
poner en riesgo la propia vida por una causa justa. Ahora los héroes pasan
desapercibidos. Son héroes de la cotidianidad que pasan sin pena ni gloria
porque sus gestas no producen admiración. Pero que en el fondo, merecen la
misma categoría. Y digo
esto porque, hay un grupo de osados, descarados, aguerridos, románticos,
generosos chavales en la Facultad de Filosofía y Letras, que se reúnen bajo el
lema; y esto sí que es intrepidez: "Degoyarte". Que sin ánimo de
lucro, con el sacrificio de su propio patrimonio y poniendo en grave peligro
sus vidas, se han atrevido a salvar al mundo en su inmensidad inconmensurable
del peligrosísimo, del tirano, del dictador, del facineroso, del malvado color
gris, ¡puaj! Todos ellos sacrifican generosamente su más preciado tesoro con
arriesgadas poesías por amor a la humanidad. ¡Ole, ole y ole! Yo, en mi
humildad, quisiera llegar a ser algún día como ellos. Pero mientras tanto,
quisiera brindarles mi reconocimiento. Mi infinita gratitud por la cruzada que
han emprendido para liberar al mundo de la opresión. Y..., Quería también
brindarles mi espada y mi pecho, como en su momento hizo Dartañán, o en su
defecto, como Sancho. Si me aceptan...
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