LEER CURA
Dijo Doris Lessing: " La función de la
literatura es comentar la vida para gente que también está interesada en
analizar la suya a través de la literatura". En cada momento de la vida
hay un libro o más de uno para dialogar y argumentar contigo, para ensancharte
el pecho y tocarte el corazón. Las lecturas que eliges te representan. Se puede
afirmar algo tan excesivo como que uno es lo que lee. De este modo, las
personas se caracterizan por los libros que han reunido en su biblioteca, así
ocupe una habitación completa o un solo estante, y según qué libros prefieren y
cuáles rechazan, cuáles releen y los acompañan. Leo, luego existo. Toda
especulación sobre la realidad pasa por la palabra. Vivir es leer el mundo.
Toda lectura deja huella, uno no es el mismo (no debería serlo) después de cada
lectura. Lees y el mundo se mueve. Lo dice el poeta Alberto
Szpunberg:"Ahora me doy cuenta de que todo es como el movimiento del ojo
en la lectura: cuando se cierra a las letras, se abre a las palabras, cuando se
cierra a las palabra, se abre a la evidencia, como un río que solo permanece en
tanto fluye: al dar la vuelta la última página, el sentido de la escritura
comienza: no hay más victoria que los nuevos frentes que se abren, no hay más
respuesta que una nueva pregunta". Texto quiere decir tejido, se hace, se
trabaja a través de un entrelazado perpetuo. Entonces, la interpretación parte
de tu propia historia, tu experiencia, tus necesidades del momento y así
construyes tu relación con el mundo. Dice Jaques Lacan: " La letra
restituye, viene a tomar el lugar mismo de donde el deseo se ha retirado".
EL VIENTO DE LA SEMANA
SANTA
Ya tenemos aquí la
Semana Santa. Ya tenemos el redoblar de los tambores, el repicar de las
trompetas, la solemnidad de las procesiones, el dolor de las imágenes de la
muerte y crucifixión de un hombre que, hoy sabemos que iba por nuestro bien.
Aunque en aquel entonces se le consideraba un peligro. Muchos aprovecharán para
irse de vacaciones, otros nos quedaremos y otros vendrán por diferentes
motivos. Pero todos, todos sabemos el porqué de esta fiesta, es por la
muerte de un hombre bueno. Ya tenemos aquí la paradoja: hacemos una fiesta para
recordar una injusticia sin reparar en que quizás la estemos cometiendo
continuamente nosotros en nuestro vivir diario. Cuántas veces se oye aquella
frase que dice: "Dios te libre del día de las alabanzas". Según creo,
lo que la frase quiere decir es que, alabamos al que muere y mientras vivió,
todo fueron críticas y traiciones. Esto fue precisamente lo que le pasó a Jesús
y, esto es lo que ocurre todos los días. ¿Quién es Jesús? Yo creo que Jesús
somos todos eres tú, porque todos somos crucificados en algún momento
de nuestra vida. Jesucristo es esa parte de bondad que queda en nosotros
después de haber vivido. Jesús somos cuando se comete una injusticia con
nosotros. Y Jesús somos cuando, después de haber sufrido el desprecio, el
abandono por parte de los que considerabas tuyos, más tarde te alaban
haciéndote homenajes, flores, lágrimas, quebrantos y nostalgias de tiempos
pasados cuando ya no estamos aquí, cuando ya es demasiado tarde. ¿Esto tiene
que ser así? ¿No se puede salir de esta espiral? Yo creo que sí, pero a veces
hace falta que el viento de una perdida nos agite el corazón para despertar y
ser conscientes de la contradicción en la que vivimos.
¿QUIÉN DEMONIOS HABLA CUANDO HABLAMOS?
A pesar de las innumerables
investigaciones realizadas, no se sabe con certeza cuándo y cómo nació el
lenguaje. Aunque muchos investigadores tratan de echar luces sobre este
misterio, sus resultados no pasan de ser más que meras especulaciones. Pero,
¿qué ocurre en una mente que no posee ningún código para expresarse? Sucede que
es un caos, todo es confusión y oscuridad. Y cuyo único norte es el instinto
básico. Helen Adams Keller a la edad de 19 meses, sufrió una
grave enfermedad que le provocó la pérdida total de la visión y la audición. Su
incapacidad para comunicarse desde temprana edad fue muy traumática para Helen
y su familia, por lo que estuvo prácticamente incontrolable hasta los siete
años. En el primer versículo del Evangelio de San Juan dice:”En el principio
existía la palabra, la palabra estaba con Dios y la palabra era Dios”. Teniendo
en cuenta la antigüedad de estas palabras, la persona que las escribió y, según
expertos en ligústica como: Chomsky, Levy- estrauss, Saussure, etc. La vital
importancia que tiene el lenguaje en nosotros: “No acierto a comprender, ¿cómo
pudo pronunciar San Juan tan reveladoras palabras?”.
LOS OJOS DE LA ALEGRÍA
Los ojos sólo ven lo que la
mente conoce. No vemos con los ojos sino con el cerebro, que es el órgano
encargado de procesar la información que le llega y encontrarle un sentido.
Tres amigos van a la montaña: uno es biólogo, otro geólogo y el tercero es
peluquero. A pesar de que han ido los tres al mismo sito, ninguno de ellos ha
visto las mismas cosas, ni ha vivido la misma experiencia. Nacemos en una
familia, nos educan en un colegio, empezamos a trabajar, algunos van a la Universidad, etc. Todas estas
experiencias van condicionando nuestro cerebro para que veamos la vida de una
forma preestablecida. Y nos movemos de acuerdo a estas creencias y valores
preexistentes, y lo que es peor, los consideramos tan verdaderos que se los
queremos imponer a otros, y los transmitimos a nuestros hijos y a los que
tenemos a nuestro alrededor. No creo que esto sea "malo" y lo pongo
entre comillas porque no me gusta hablar en términos de bien o mal, en lo
posible trato de no dar a las conductas un calificativo de valor, sino más bien
de funcionalidad ante la vida. Por eso, si he de escoger entre el sentimiento y
la razón, escojo el primero. Y espero a que la alegría me dé la razón.
SOBRE LA DIFICULTAD DE ABRIR LAS MANOS
¡Qué difícil que es abrir
las manos! Hace tiempo tuve un negocio en Las Fuentes. Frente a él había un bar
en el cual, todos los días desayunaba. Allí conocí a un anciano y nos hicimos
amigos. A menudo, en el transcurso de nuestras conversaciones me repetía la
misma frase: "Para vivir así, lo mejor es morirse". Y es que, el
hombre se pasaba toda la semana solo. Era viudo y tenía un hijo camionero, el
cual, al tener una ruta Nacional, estaba siempre
fuera de Zaragoza. Un mañana de tantas, en las que yo iba a desayunar, me lo
encontré más serio que de costumbre. Al preguntarle el motivo me contestó que
le habían detectado un cáncer de próstata. Sin inmutarme le respondí:
"Bueno, como quería morirse, ya lo tiene aquí". A lo que él contestó:
"No, que la vida es muy amable"... Esto me hizo pensar en lo poco que
apreciamos lo que poseemos, incluida la vida. Y cuando nos dicen que lo podemos
perder, entonces nos damos cuenta de lo duro que es abrir las manos para
dejarlo ir. Y me dije: "¿Es necesario que llegue ese día para empezar a
dar las gracias por lo mucho o lo poco que tenemos?"
LA QUEJA DEL INVIERNO
Quiero aprovechar la oportunidad que me brinda esta gentil
tribuna para denunciar un grave agravio comparativo. Pienso que no hay derecho
a que se le haga el vacío a nadie de esta forma tan humillante. Según creo,
todos somos necesarios en la misma medida. Vengo observando desde hace tiempo,
cómo en los medios de comunicación halagáis con poesías, relatos, cuentos,
artículos, prosa poética, etc., a todas las estaciones del año menos a mí.
Señores: el invierno es tan necesario como cualquier otra estación. Está de más
enumerar todos los beneficios y atenciones que os prodigo. A pesar de mi
frialdad, soy hospitalario y generoso; no obstante, no me siento correspondido
en la misma medida y estoy bastante molesto por ello. ¡No hay derecho!
EL
LENGUAJE DE LAS CARICIAS
Es difícil querer, cuando
uno no tiene amor para sí.
Existe un lenguaje de los
sentimientos. Este lenguaje tiene su propio vocabulario. Este vocabulario está
compuesto de gestos, y dentro de estos gestos, existe un subgrupo importante
compuesto por las caricias. El lenguaje de las caricias es uno de los idiomas
de todos los seres vivos, incluso, hay quien afirmaría que los vegetales
también lo comprenden. Miguel Hernández nos dijo que no dejemos de querer. San Pablo estuvo más atinado
diciendo: “donde hay temor, no hay amor”. Aunque bien intencionado, el consejo
de Miguel Hernández me parece flojo, dicho sea de paso con todo el respeto.
Decirnos que no dejemos de querer, es como si le aconsejáramos al que le van a
cortar la pierna: “que no te duela”. San Pablo da su diagnóstico y el camino
para sanarse. Lo cual no quita para que cada uno busque su remedio, una vez que
sabe la procedencia del mal: unos la buscan en las pastillas, otros en grupos
sociales, otros en religiones, otros en filosofías… En fin, cada uno es libre
de buscarlo donde quiera. Erik Fromm nos dice: “no se puede amar más al otro de
lo que uno se ama a sí mismo”. Pero, si uno tiene muy baja o nula la
autoestima, como máximo, amará hasta donde su listón se lo permita. Según creo,
es esto lo que está pasando en España, ¿Qué valores cabría esperar de alguien
que se ama poco o nada a sí mismo? Ninguno o muy pocos valores. Dejamos de amar
al otro, cuando dejamos de querernos. Y en estas condiciones, algo tan barato
como una fraternal caricia, nos resulta muy costoso o imposible de realizar.
ENSAYO SOBRE EL CARIÑO Y EL RESPETO
Estimado Sr. Mas: Con todo
respeto, soy un nene de 10 años, ¿sabe usted? Y me agrada molt las sebas
paraulas. Parlu una mica el catalá, como puede ver. Esta mañana mientras
desayunaba le oí decir por la tele que donde no hay respeto no hay cariño. ¡Qué
bien lo ha dicho y con qué pocas palabras, Sr. D. Mas! Eso mismo le quiero
decir a mis papás porque, cuando les planteo que no quiero ir al cole, no me
respetan. Si les sugiero que no quiero aprender a nadar, no me
respetan. Cuando les comento que quiero volver a las 5 de la mañana, no me
respetan. Cuando les observo que quiero jugar a los "médicos" en mi
habitación con mis amigas del cole, no me respetan. Sé que es un poco pronto
pero, ¿qué puedo hacer, Sr. Mas? es mi naturaleza y sobre las hormonas no se
manda, ¿sabe usted? Bueno claro, supongo que ya lo sabe, ¡qué tonto soy! ¡Oh,
je, je, je! Por cierto, la naturaleza tampoco me respeta porque cuando le digo
a mi pito que se levante, no me obedece. Y cuando le digo que se baje, hace
caso omiso a mi orden. Usted que sabe tanto y que lo dice todo tan resumido,
puede decirme si las hormonas me quieren. Puede decirme si la fuerza de la
gravedad me quiere. Y sobre todas las cosas, puede decirme si mis papás me aman
porque, la verdad es que nadie me respeta, nadie. En fin Sr. D. Mas, que estoy
hecho un "trifulco". Sin más ni menos, me despido quedando a la
espera de su cariñosa, respetuosa e iluminadora respuesta. Siempre suyo,
Venancio.
EL AMOR Y LAS OBRAS
Cuando
se dispara a un blanco con una centésima de error, cuanto más lejos esté la
diana, el grado de desacierto será mayor con respecto al centro. Así mismo pasa
con los conceptos. Cuando se parte de falsas premisas, cuanto más lejos llegue
la conversación, las conclusiones serán más desatinadas. Se está celebrando
estos días en Teruel un congreso sobre el amor. Según reza en el Heraldo del
sábado día 15 de noviembre, Elsa Punset argumenta que el amor es un
sentimiento. En opinión de Manuel Vicent el amor es una emoción. El catedrático
de filosofía José Antonio Marina, en su libro "Por qué soy
cristiano", sostiene que el amor no es un sentimiento ni una emoción, él
dice que el amor es una acción. Su cuerpo es la misma acción. Siendo ésta la
que nos hace ser seres humanos; y la falta de éstos gestos, lo que nos causaría
graves lesiones psicológicas. No se puede amar lo que no se conoce; no
obstante, una caricia a alguien que nunca se vio le pueden salvar la
vida. La Biblia asegura que el amor es Dios. Como a Dios, al amor no se le
puede poseer, solo trasmitir a través de nuestras obras. Y lo dan las personas
de buena voluntad.
EL INDIVIDUALISMO ES UNA REACCIÓN EN CADENA
Sucedió
el día de la primera comunión de mi hijo. Era sábado. Entró en mi
establecimiento un nuevo cliente. Eran las 2 de la tarde y mi hijo comulgaba a
las 15 horas. El señor me pidió que le arreglase el cabello pues tenía una
boda. Yo le dije que también tenía una celebración importante y que si lo cogía
a él, llegaría tarde a la mía. Tanto me insistió, tanto me suplicó que accedí a
sus peticiones. Llegué tarde a la misa. El señor nunca más volvió a mi negocio.
Un día me lo encontré en la calle. Le conté lo que me había sucedido y que
había sido ingrato conmigo. Él, después de pensarse la respuesta, me argumentó
que no le gustó cómo le había quedado el corte. Yo le dije que muchas gracias
por la lección y seguí mi camino indignado. Mientras caminaba, pensé en lo
difícil que es salir indemne de las experiencias vividas. Me pregunté qué
contestaría yo en la próxima ocasión: si pensaría más en mí, o volvería a hacer
lo mismo. Y me dije:"Todo el mundo va a la suya pidiendo ayuda,
comprensión, perdón, atención... Y cuando su tema se ha solucionado, rebuscan
la moneda más chica en la profundidad en sus bolsillos. Después pensé que hay
una justicia superior. Más aún, pensé que lo que das con una mano, por otra
mano te viene. Entonces, decidí que aquella experiencia no iba a condicionar mi
actitud ante la vida".
LA IMAGINACIÓN TODO LO PUEDE
Ayer
se hizo realidad uno de mis sueños más preciados: presenciar un concierto en
directo de los Beatles... ¡Ay, qué placer! Alrededor de las 22:00 del viernes,
iba yo por la calle Alfonso y... De repente, sin saber cómo ni por qué, el aire
me trajo los sones de una música que me trasportaba a tiempos más
felices, los tiempos de mi infancia y adolescencia. La música era de los Beatles
y la canción: "Love me do". Aligeré el paso abducido por el aroma de
tan gratos recuerdos, hasta que por fin los encontré. No habían cambiado nada:
los cuatro tan jóvenes, con su pelo a lo mop-top, con sus trajes, sus
corbatas, tan formales ellos... Allí me quedé largo tiempo con la boca abierta,
disfrutando del aquel magistral espectáculo. Aunque si he de ser
sincero, noté a Paul McCartney un poco desmejorado. Pensé que quizá
este hecho tuviera algo que ver con la ruptura con su novia Jane Asher. Pero,
pese de todo, esto no afectó en absoluto a su música. Tanto John, como Paul,
George y Ringo Starr son unos excelentes profesionales, de eso no cabe duda. Observé
que unas señoritas muy guapas detrás de ellos mantenían las manos extendidas.
En ellas portaban unos palos cruzados de los que colgaban unos hilos. Quise
creer que formaban parte de los coros. Presidiendo el escenario habían colocado
un canasto que se iba llenando a marchas forzadas con las monedas que los
agradecidos espectadores iban echando. Me dije: "Ves Venancio, a pesar de
la crisis, la imaginación todo lo puede"...
VENCER AL MUNDO ES MANTENER LA
INOCENCIA
− ¡Papá, papá! Quiero
ser bueno.
− ¡Uy, hijo! Eso es muy
difícil. Tendrás muchos problemas.
− ¿Por qué papá? Si lo que yo quiero es hacer el bien a toda la
humanidad.
− Sí claro, yo te
comprendo hijo. Muchos dictadores y terroristas también dicen lo mismo que
tú. A ver, para empezar, defíneme lo que tú crees que es el bien y el mal.
No siempre lo que uno piensa coincide con lo que piensas los demás. No siempre
coincide lo que es cultural con la verdad. Y nunca se llevaron bien la verdad
con la cantidad. ¿Lo entiendes?
−Sí que lo comprendo pero, yo seré diferente, ya lo verás.
Estudiaré filosofía, teología, historia, leeré a los clásicos... Quiero
ser abogado laboralista. Me apuntaré en un partido político. Seré recto,
justo, trabajador, honrado, incorruptible... Yo no deseo medrar, papá. Yo lo
quiero es ser como Mandela, si él lo consiguió, ¿por qué yo no voy a poder? En
fin, yo quiero llegar a viejo y sentir que mi vida ha tenido un sentido.
−Sí hijo, todo eso está muy bien. No hay nada que me alegrara más
que ver que tus deseos se hacen realidad. Pero también Jesús quería el bien
para la humanidad y ya ves lo que le pasó. Hoy ser bueno es ser revolucionario.
Es más, yo creo que si Jesús volviera al mundo, lo volveríamos a crucificar.
Recuerda que Nelson Mandela estuvo muchos años en la cárcel. ¿Tú aguantarías
todo ese tiempo sin llenarte de rencor hacia los que te traicionaron? Léete
"Los Miserables" de Víctor Hugo y lo entenderás. El problema no es la
preparación, porque si no la tienes, siempre podrías disponer de consejeros. La
verdadera dificultad reside en tener el tapón del perdón ligero para que no te
contamines con el paso del tiempo. Porque razones para corromperte no te han de
faltar nunca. Vencer al mundo significa mantenerse inocente hasta el final, en
ese sentido. ¿Tú cómo tienes ese tapón, hijo?...
SIEMPRE ES MEJOR EQUIVOCARSE POR UNO MISMO
Para Hobbes y John Locke,
el hombre era malo por naturaleza. Sin embargo para Jean-Jacques Rousseau El
hombre es bueno e inocente por naturaleza, lo que le corrompe es la sociedad.
Por otra parte, para Freud el hombre sería un ser instintivo, que solo puede
ser civilizado bajo el efecto opresor de la sociedad. No obstante, la Biblia
dice que ser bueno es imposible para el hombre, el único bueno es Dios. El
hombre tiene libre albedrío para
elegir entre hacer o no hacer. José Ortega y Gasset acuñó la frase: “Yo soy yo
y mis circunstancias”. Aunque, consultando otra vez la Biblia podemos ver que
esta frase se opone al sentido de la vida del Santo Job. Si el hombre depende
de sus circunstancias para ser una cosa o la otra, ¿qué mérito tenemos? Por
otra parte, ¿quién es ese “yo” al que alude Ortega? No está muy claro. Pero
Descartes también dice: “cogito ergo sum”, que quiere decir pienso luego
existo. Mas, Iahveh significa:“Yo soy el que existe por sí mismo”. Hoy corren
por internet cientos de citas, filosofías, pensamientos, poesías, etc., dichas
por hombres de reconocido prestigio. Que no por serlo, están exentos de cometer
errores. Creo que antes de asumir como verdad aquellas opiniones, hay que leer
lo que dicen otros sobre el mismo tema. Y no sólo las frases, sino todo lo que
hay detrás de ellas. Es así como se va forjando el criterio propio. Aunque
nunca se puede cerrar el círculo, porque detrás de una respuesta, siempre hay
otra pregunta.
EL CONSUMISMO SE ALIMENTA DE LOS COMPLEJOS
Tengo
55 años. Hace tiempo que, como dicen los poetas, nevó en mi pelo. Bueno, no
llegó a nevar del todo, fue una nevadica somera, nada más. Recuerdo que el año
pasado me dirigía al comedor de Veterinaria para hacer lo propio; cuando, un
chico me preguntó: “Señor: sabe usted dónde está el comedor”. Esto me despertó
a mi realidad, me dije: “¿Ya soy mayor?”. Aunque aquello me escoció, enseguida
lo olvidé. El tiempo pasó y esporádicamente se iba reproduciendo este tipo de
comentarios sobre mí. Sin saber cómo ni porque, a veces me pillaba a mí mismo
en: aptitudes, comentarios, costumbres, formas de hablar que no eran las míos.
Ahora sé porqué lo hacía: inconscientemente yo me negaba a aceptar lo que el
tiempo me traía. Y como consecuencia de ello, trataba de imitar los jóvenes. Y
lo descubrí porque observé que otras personas de mi misma edad o parecida
hacían lo mismo. Recordé aquella frase de Quevedo que decía:”Todos deseamos
llegar a viejos, y todos negamos que hayamos llegado”. Ahora comprendo el
porqué hay gente que se hace todo tipo de operaciones para aparentar ser más
joven. Ahora que yo he caído en ello, comprendo esa ridícula postura de querer
aferrarse a la juventud perdida. De no aceptar que la carreta del tiempo está
dejando huellas en tu cara y en tu cuerpo y que no tiene vuelta atrás. Ahora,
he decidido abrazar mi cruz con todas las consecuencias y ser yo mismo e invito
a otros a hacer lo mismo. Además de ser más barato, es más sabio.